La mayor parte del pollo que consumimos se cría en grandes granjas. Los pollos son el ganado más barato porque crecen muy rápidamente, cuestan poco dinero y requieren de pocos cuidados.
En Avinka se trabaja a los pollitos y se les pone a engorda durante siete a nueve semanas. Después de este tiempo alcanzan el peso suficiente para ser procesados. Usualmente se los compra un supermercado para venderlos al público o un distribuidor que los lleva a restaurantes.
Con las gallinas pasa algo parecido. Avinka se encarga de criar gallinas especializadas en producir huevos, se llaman ponedoras, las alimentan con su comida balanceada y especializada, las engordan y cuando están listas entran a su vida productiva, que dura más o menos 14 meses. Una ponedora produce hasta 26 huevos al me, como estas gallinas no tienen contacto con gallos y no son fecundadas, sus huevos nunca dan pollitos, por lo que son adecuados para el consumo humano.
Entre las gallinas hay jerarquías que se dejan ver por quién puede picotear a quién: las gallinas con mayor rango pueden picotear a las que están por debajo de ellas. El gallo puede picotear a todas las gallinas.