En el motor existen piezas que son fundamentales para tener un buen rendimiento, y una de ellas sin duda es la correa de distribución. Para hacer el cambio de la misma lo mejor es recurrir a los talleres mecanicos, porque es una reparación muy difícil de hacer y que requiere de mucho conocimiento.
Sin embargo, muchos son los conductores que no saben cuándo se hace el cambio de la correa de distribución de un coche. Por este motivo, he preparado este post, para que sepas exactamente cuándo es el momento para hacer el cambio oportuno de la correa de distribución.
Momentos para cambiar la correa de distribución
Es indispensable tener en cuenta que esta pieza debe ser cambiada en ciertos momentos específicos. Las causas principales para cambiarla serán:
Fugas en el motor
Cuando existe una fuga en el motor, bien sea de aceite o de líquido refrigerante, esta puede afectar de forma negativa la correa de distribución. Las fugas son comunes, en especial cuando hablamos de un coche que ya tiene cierto recorrido.
En todo caso, cuando se reparen las fugas, será indispensable revisar cuidadosamente la correa y verificar su estado. Esto permitirá saber si las fugas la han afectado y lograrás tener unos buenos resultados.
Malas reparaciones
Las malas reparaciones pueden ser una causa para un cambio prematuro de la correa de distribución. Por este motivo, lo mejor es llevar el coche a un taller especializado, porque allí se encargarán de hacer todas las reparaciones cercanas a la correa de distribución con mucho cuidado.
Esta es una de las piezas más delicadas del motor, por lo cual, si llega a perder la tensión se debe hacer el cambio de forma inmediata. Esto es bastante común, en especial cuando no se tiene la suficiente experiencia en la reparación de coches.
Kilometraje
El kilometraje también es un indicador fundamental que debes tener en cuenta, porque la correa de distribución tiene una vida útil de 100.000 kilómetros. En todo caso, cada vez que se alcance este kilometraje se debe hacer el cambio, para asegurarse de que se tendrá el rendimiento óptimo que se está buscando.
No se recomienda bajo ninguna circunstancia conducir con una correa de distribución desgastada, porque esta podría romperse en pleno funcionamiento. Por este motivo, siempre que sea necesario, debes cambiarla para evitar que se produzcan daños graves al motor, y que tu coche pueda incluso quedar inservible.