Las tarimas laminadas poseen innegables ventajas en el hogar. El hecho de que se puedan colocar sobre el suelo ya existente es una de las más importantes. Pero, además, tienen a su favor el poder utilizar aislantes para obtener mayor nivel de calidez y para reducir los ruidos que se puedan escuchar en los pisos inferiores, siendo por eso perfectas cuando hay mascotas o niños que suelen jugar por la casa.
Su belleza y elegancia convence a los más exigentes en lo que se refiere a estética y diseño de interiores ya que ofrecen muchas alternativas tanto en madera natural como en tarima sintética.
Tarimas laminadas y niños
Las tarimas laminadas son una de las mejores opciones en hogares con niños. Esto es así porque la temperatura de estos suelos es mucho más cálida que la de otros materiales como la de los suelos cerámicos. Todos sabemos que los peques suelen caminar descalzos y sobre la tarima lo harán con mayor confort.
En la zona de juegos de los pequeños se puede proteger la tarima con una alfombra de forma que puedan arrastrar coches o juguetes sobre el suelo sin dañarla. En cualquier caso, suele resistir bien el trote habitual de una habitación infantil.
Tarimas laminadas en zonas de tránsito
Una de las dudas que suelen tenerse respecto a las tarimas laminadas es si son adecuadas para zonas de tránsito como los pasillos. Por el pasillo de la casa no solo pasa toda la familia y las visitas que puedan entrar en casa, también es la zona por la que pasan muebles y demás objetos que entran en el hogar.
Es cierto que hay que tratar la tarima con delicadeza, ya que los arañazos son posibles cuando se arrastran muebles, electrodomésticos u otros objetos pesados, pero también se arañan los suelos de otros materiales.
Lo que sí que es importante es que la tarima que se compre para el pasillo sea muy resistente. Hay diferentes grados de resistencia en las tarimas sintéticas y también de calidades en las tarimas de madera. Si se compran tarimas diferentes para las distintas habitaciones se debe de invertir más en la tarima de las zonas más transitadas de la casa, especialmente en el pasillo.
Si se compra la misma tarima para toda la casa lo habitual es comprarla de buena calidad para que ofrezca los mismos resultados en el pasillo y la sala que en el dormitorio de los adultos donde está sometida a un menor roce. Debido a su coste, se suele optar por un modelo medio/alto.