Tres ventajas de las puertas de cristal correderas en cocinas

Las puertas de cristal tienen un encanto especial, pero hasta hace poco era complicado encontrar puertas correderas de cristal baratasy de buena calidad, por lo que mucha gente renunciaba a ellas tras comprobar sus precios.

Hoy, son mucho más económicas y por eso es frecuente encontrarlas en cocinas, cuartos de baño y también en tendederos. En definitiva, destacan sobre todo en aquellas habitaciones en las que el agua es la protagonista y, además, no sobre espacio.

Las puertas correderas ayudan a que se pueda aprovechar todo el hueco de la habitación y además, permiten diferentes sistemas y acabados para adaptarse a cualquier espacio y a cualquier circunstancia. Incluso sin tener que hacer obras.

Puertas a prueba de agua

Las puertas de madera, con el paso del tiempo y los vapores producidos por el agua caliente del cuarto de baño o por el agua hirviendo de la cocina, pueden acabar dañándose. Si el agua se introduce en la puerta la madera acaba abombándose y estropeándose.

El resultado es que la puerta no cierra bien, que se deforma por diferentes lugares y que incluso pueden acabar cayendo los recubrimientos en aquellas que son de aglomerado y chapa.

El cristal, por el contrario, jamás pierde su forma y se mantiene inalterable tanto tiempo como sea necesario, pudiendo limpiarse con paños húmedos y fregarse con productos sin ningún problema para mantenerse siempre bonito y transparente. Solo hay que tener cuidado de no rascarlo al lavarlo.

Puertas muy luminosas

Dado que el cristal deja pasar la luz, las puertas de cristal permiten que las habitaciones sean mucho más luminosas o que los pasillos sin luz natural se vean mejor iluminados. Por eso, son perfectas también como puertas de paso al tendedero.

Una de las preocupaciones de la gente cuando se le comenta la posibilidad de poner puertas de cristal tiene que ver con la privacidad. En el cuarto de baño los motivos son evidentes, pero en la cocina o en el tendedero también reclaman intimidad. Quieren que al cerrar una puerta, no se vea el interior de la habitación.

Los cristales pueden estar tratados para no dejar ver el interior de las habitaciones. Esto se puede hacer, simplemente, con un cristal blanco. Pero si se quiere dar un toque muy especial se puede trabajar con vidrio dibujado, que juegue con el blanco y el transparente para crear una decoración o incluso con diferentes colores.