No todas las mudanzas son iguales

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A pesar de que el título te puede dejar algo despistado, lo cierto es que es una afirmación que podemos hacer con conocimiento de causa. Y es que, una vez hayas leído mi testimonio, seguramente te darás cuenta de ello.

Todo comienza cuando yo tuve que mudarme de una ciudad a otra dentro del mismo país. A pesar de que bien es cierto que la mudanza fue algo laboriosa y costosa, no es menos cierto que se tornó como algo llevadero desde todo punto de vista. Únicamente tuve que llamar a un par de empresas de mudanzas para pedir algún que otro presupuesto y ya tuve un servicio más que aceptable. De hecho, puedo asegurar que la empresa que contraté fue todo un acierto porque incluso se encargaron, durante dos días, de empaquetar y de embalar todas las pertenencias de mi casa. Yo no podía hacerlo por motivos laborales y a pesar de que el coste se incrementó un poco, el resultado fue más que satisfactorio. Sin embargo, como vamos a ver ahora, la cosa cambió en cuanto tuve que hacer una mudanza no de una ciudad a otra sino de un país a otro.

Y es que, a pesar de que el país al que tenía que mudarme era a un país que hacía frontera con el mío, lo cierto es que tenía que recorrer más de 1.000 kilómetros. Pues bien, lo primero que hice fue dejarlo todo en manos de profesionales. Para ello contraté los servicios de www.mudanzasinternacionales.eu que no es otra cosa que una empresa que está especializada en este tipo de mudanzas. Es cierto que los precios eran algo caros y que incluso las empresas de mudanzas nacionales me dieron presupuestos más competitivos, es decir, más baratos. Sin embargo, yo no podía dejar algunos muebles y algunas pertenencias en manos de personas en las que no tenía depositada mi total confianza.

Pues bien, tengo que decir que una vez se terminó este proceso, los resultados fueron poco menos que excepcionales. De hecho, haciendo honor a la verdad, hace escasos días, una compañera mía de mi trabajo antiguo me pidió consejo sobre este tipo de mudanzas y no tuve más remedio que darle la dirección de estas personas. Unas personas que no me dieron ninguna sorpresa desagradable y con las que pude contar en los días posteriores para gestionar los flecos finales de la mudanza.