¿Nos hace la música más ‘inteligentes’?

La música puede alentar el cerebro y suministrar placer, al paso que mejora el estado anímico de la gente, conforme concluyen los autores de una serie de ensayos publicados en la gaceta de ciencias digital Nature, en lo que se ha llamado como “el efecto Mozart”.

Entre los autores, Frances H. Rauscher, mantiene que percibir música de Mozart o bien audiolibros -de Stephen King en el experimento-, inspiró a los participantes a conseguir mejores desenlaces en una prueba de pensamiento espacial toda vez que disfrutaran con lo que oían. En consecuencia, la estimulación del cerebro no depende solo de un estilo musical ni de una música específicamente.

En dos mil cinco, estudiosos de las universidades de la ciudad de Toronto y de la ciudad de Londres publicaron un informe, conforme el que el género musical no es relevante si el que la oye verdaderamente lo goza. Para hacer dicho experimento se sometió a ocho.000 pequeños de diez y once años a una prueba de pensamiento espacial tras percibir música de la banda de pop-rock británica Blur y música de Mozart. Y resultó que los pequeños que oyeron Blur mostraron mejores desenlaces que aquellos a los que pusieron música Mozart.

En dos mil quince se efectuó un experimento afín en la universidad de la ciudad de Roma La Sapienza, empleando esta vez la pieza de Beethoven ‘Para Elisa’ mientras que se observaba la actividad cerebral de los voluntarios con un aparato electroencefalógrafo. La prueba probó que la actividad de las ondas alfa cerebrales, socias con las funciones cognitivas y de la memoria era más potente en los individuos que escuchaban música de Mozart, al paso que dicho efecto no se registró en aquellos que escucharon Beethoven. El desenlace dejó terminar que la música de Mozart predispone a sus oyentes a saber por adelantado que no se generarán cambios bruscos en el ritmo musical, al revés de lo que pasa con determinadas composiciones de Beethoven, lo que le hace continuar apacible y concentrado a quien la escucha.

Al tiempo que para unos la música genera una sensación de libertad y esperanza, en otros produce un efecto estimulante para encarar nuevos retos.

Últimamente, científicos franceses descubrieron que nuestro cerebro se ve del mismo modo perjudicado al percibir música de fondo de manera deliberada. El estudio probó que si se pone de fondo música tradicional mientras que se da clase de una materia en una escuela, los desenlaces de los estudiantes para esa materia son mucho mejores que los desenlaces de otros estudiantes que asistieron a exactamente la misma clase mas sin música de fondo. Este experimento probó que la música de fondo tiene, de manera inconsciente, un efecto relajante sobre las personas.

Por consiguiente, es incuestionable que la música “genera un excepcional efecto en nosotros que puede cambiar conforme las personas”, concluyen los autores del experimento. Al tiempo que para unos la música genera un efecto de libertad y esperanza, en otros produce un efecto tranquilizador e inclusive estimulante para encarar nuevos retos.