Con la llegada del verano, todos estamos deseando empezar a reivindicar los espacios exteriores y naturales. Dicen que el verdadero lujo es disfrutar del tiempo y el silencio en un espacio natural. Y quizá por ello ha explotado la moda de crear piscinas naturalizadas.
Por otro lado, esto es debido a la creciente difusión de los beneficios de estar en contacto con la naturaleza para la salud del ser humano. Por ejemplo, está demostrado que el verde evoca la naturaleza, la calma, la armonía. También se relaciona con el bienestar, porque los espacios naturales mejoran nuestro potencial de salud y una perspectiva positiva sobre la vida. Además, esto está demostrado científicamente, ya que varios estudios, centrados en la relación naturaleza-salud en diferentes regiones y en distintos segmentos de población, han llegado a la conclusión de que frecuentar zonas verdes, ya sean bosques, jardines e incluso zonas peatonales, hace que la gente sea más saludable.
Además, esto beneficia al carácter, la personalidad y la cohesión social, ya que las personas que están en contacto con la naturaleza tienden a ser más generosas, a confiar en los demás, y a mostrar mayor voluntad en ofrecer su ayuda real. Esto se debe a que el ser humano, de forma natural, está hecho para vivir en la naturaleza. Al ser desplazados a ciudades, donde todas las construcciones son humanas, se crea una ruptura con su propia naturaleza y ahí se inicia el conflicto y el principio de las enfermedades de salud mental.
Las piscinas naturalizadas son una forma de traer lo mejor de la naturaleza a espacios más controlados por el ser humano.
Y es que si un paseo por el parque es más que una buena manera de pasar la tarde, estar en una piscina natural es una forma de disfrutar de la naturaleza consiguiendo beneficios para la salud directos y fuertes.
A todo ello hay que sumar que en estos ambientes, las personas sufren más soledad. A pesar de ello, estas zonas conflictivas también han sido testadas con intentos de naturalización.
Esto siempre ha tenido un impacto positivo en la vida de las personas ya que, además, en espacios naturales la presión arterial y la tensión muscular disminuyen. Y este efecto se multiplica cuando el paisaje incluye agua. De hecho, también ha sido demostrado que con 5 minutos en una playa se pueden sentir los beneficios de la naturaleza en nuestro cuerpo y en nuestra mente.
Por otro lado, con las piscinas naturalizadas se crea un sistema vivo que tiene sus cambios estacionales, haciendo que se integre en el paisaje o en el jardín. Una ventana hacia la naturaleza y la salud.
Si le gustaría contar con su propia piscina naturalizada, no dude en contactar con ARAGrup, son expertos en la construcción y mantenimiento de este tipo de piscinas.