Sé un auténtico profesional de las uñas

Un técnico de uñas es un profesional de la salud y la belleza que trabaja para mejorar y decorar las uñas de sus clientes.

El trabajo en sí tiende a tener lugar en un salón de belleza, que por lo general alquila habitaciones a los técnicos de uñas en el que puedan pasar consulta a los clientes.

El proceso de trabajo funciona de la siguiente manera: Saludas a tu cliente e inspeccionas sus manos en busca de signos, ya sea de las manos o las uñas. A continuación, toca discutir qué tipo de trabajo el cliente desea, lo que podría ser cualquier cosa, desde una manicura básica (o pedicura), así como la limpieza, la presentación y la preparación para otros tratamientos. Estos tratamientos pueden ser decorativos con brillo, piedras preciosas, uñas postizas o casi cualquier diseño de la elección del cliente. También se le puede pedir a mantener, reparar o reemplazar simplemente las uñas existentes, y se espera que tenga los conocimientos necesarios para un asesoramiento posterior.

El técnico de uñas logra un buen equilibrio entre la ciencia y el arte, ya que hay rutinas y técnicas que debe dominar para convertirse en expertos en ello. Es un trabajo que abre las puertas a utilizar la propia imaginación para crear patrones únicos.

El sector de las uñas está claramente orientado a sus principales demandantes: las mujeres por lo que la gran mayoría de los técnicos de las uñas serán mujeres, al son del resto del sector de la estética y la belleza.

Esta profesión necesita de formación en las academias de estética, contacta con nosotros. Debido a que un técnico de uñas tiene ciertas herramientas, como los pinceles, y éstos deben usarse con cuidado. Por otra parte, debido al contacto con varias personas, estas herramientas deben mantenerse limpias y listas para usarse en todo momento, y por lo general hay reglas de higiene estrictas que aseguran que este es el caso. Con la necesidad de utilizar ciertos productos químicos en la aplicación de diferentes tonos de barniz y de uñas postizas, un técnico de las uñas también debe almacenar y utilizar estos productos químicos de manera correcta, así como asegurar una ventilación adecuada para ellos y el cliente cuando se están utilizando.

Las horas de trabajo pueden variar y, como tal, también lo hacen las ganancias. Una gran cantidad de técnicos de uñas y otros profesionales de la belleza a menudo optan por abrir sus propios negocios, la restauración de una variedad de diferentes especialidades de belleza bajo un mismo techo.

En esta profesión hay que ser creativo, para poder pensar ampliamente sobre diseños para las uñas. Hay que ser paciente, ya que suele ser un trabajo delicado que requiere cierta destreza. Hay que tener mucha iniciativa para saber explicar y aconsejar el mejor diseño o tratamiento a cada cliente en particular.

El trabajo no es arduo físicamente, aunque es imprescindible concentrarse durante mucho tiempo en un trabajo complejo. Al ser parte del mundo de la estética, se espera buen aspecto, mucha higiene y uniforme limpio siempre. Quien no trabaje en un salón de belleza o peluquería puede tomar la iniciativa de conseguir sus propios clientes y trabajar en su casa o en casa ajena. Se puede trabajar en casi cualquier lugar. Otros lugares serán las cadenas hoteleras y de ocio, que necesitan técnicos de uñas para trabajar en sus balnearios y hoteles, y también en los cruceros con spas a bordo.

Es una profesión con gran flexibilidad, no hay una carrera o titulación especial. Muchos centros de estética tienen un apartado destinado a la enseñanza y dan cursos específicos.

Una opción muy actual es convertirse en maquilladora (makeupartist) para sesiones fotográficas. Con los conocimientos estéticos y de maquillaje, pelo y uñas incluido hay mucha demanda en los sectores de publicidad y en el mundo audiovisual en general.