Cuando no se habla de la aviación comercial es porque todo marcha bien. Compañías de Aerolíneas, pilotos y controladores son colectivos que siempre han gozado de un status de privilegio y así sigue siendo. Su grado de capacitación y responsabilidad hace que ante todo, se vele por la seguridad de los vuelos y del pasaje a bordo.
Pero por desgracia, la historia de la aviación comercial se está escribiendo últimamente con letras de sangre. La de los más de mil muertos a lo largo del pasado 2014 en varios accidentes aéreos que han conmocionado a la opinión pública internacional y ha llevado casi a la ruina a alguna línea aérea sobre la que pesan más de una duda técnica. A las que se suman los errores humanos totalmente desgraciados.
Estas cifras sonescalofriantes en el siglo XXI. Si tenemos en cuenta que la aviación comercial(Hispaviación)se inicia en los primeros años del siglo pasado para hacer el envío de correo en la Primera Guerra Mundial, entonces tampoco hubo semejantes desgracias fuera del propio campo de batalla y de los combates aéreos. Tampoco los aparatos estaban dimensionados como en la actualidad.
A los cientos y cientos de pasajeros de determinadas líneas de aviación comercial asiáticas jamás se les pasaría por la imaginación que un vuelo de apenas una hora, hoy en día, acabase con sus vidas y en algunos casos, hasta de familias completas.
Y lo peor es que muchos de estos pasajeros han desaparecido y nunca más hemos vuelto a tener noticias ni de la aeronave ni del rastro del pasaje, con lo que la duda sobre su destino fatal queda aún latente mientras no haya datos.
Sin embargo, a pesar de estas fatalidades cuyas consecuencias dramáticas son noticia a nivel internacional, los expertos en seguridad aérea siguen confirmando que volar y por tanto la aviación comercial es más segura que viajar en coche o tren.
Lamentablemente estos meses últimos están poniendo en entredicho algunas líneas aéreas de bajo coste, y otras de primer orden, y esta aseveración deja de ser fiable durante un tiempo para los pasajeros habituales de la aviación comercial de cualquier país.
Se ha publicado en los medios que razones como los elevados costes del combustible, los recortes en plantillas y supuestas negligencias en el mantenimiento de las aeronaves, así como la escasa renovación de las mismas, ponen en entredicho la seguridad de determinadas líneas de aviación comercial en algunos países, que no tienen por qué ser precisamente asiáticos o africanos. Incluso determinadas plantillas de la aviación comercial del llamado primer mundo, que operan en los principales aeropuertos europeos, por ejemplo, han denunciado exceso de horas por falta de personal y otras irregularidades.
Pero por fortuna, después de una negra crónica, llega la calma y la normalidad y la aviación comercial deja de ser noticia para realizar miles de vuelos diarios en todo el mundo.
Aún así, la aviación comercial, que es más conocida por transportar personas, también transporta mercancías y tiene un itinerario y un tráfico internacional que, de momento, no arroja siniestralidad o no se recoge en los medios.
EL transporte de mercancías mediante la aviación comercial representa una cifra muy reducida sobre el total de mercancías transportadas por vía terrestre, ya sea por carretera, marítima o por ferrocarril. Pero sigue siendo principal en el transporte de correo fundamentalmente.
Y una de las noticias que poca gente sabe es que la aviación comercial española y en concreto la Asociación de Pilotos Comerciales, recibió el pasado año un galardón por su contribución al sistema español de donaciones de trasplantes de mano de la ONT, Organización Nacional de Trasplantes.Éste dato añade una amable paradoja para contrarrestar, si fuera posible, los anteriores