¿Es mejor vivir en un piso o chalet?

Es muy difícil decidirse por vivir en un piso o en una vivienda unifamiliar. Son espacios diferentes, con ideas diferentes y con poco o nada que ver entre ellos, aunque en bastantes ocasiones confluyan en puntos muy comunes.

Diversidad en tamaños y diseños.

Un piso y un chalet pueden tener tantos diseños como tipos de compradores existen en el mercado. El desarrollo urbanístico influye. Las ciudades han crecido hacia los extrarradios, y el elevado precio de la vivienda en muchas grandes capitales ha redundado en el importante desarrollo de las poblaciones relativamente más cercanas.

Habitualmente, los bloques de viviendas se encuentran en zonas completamente urbanas, lo cual implica la presencia cercana a servicios como: colegios, supermercados, bares, talleres…

Muchos pisos disponen de pistas deportivas, piscina, zonas de juegos, césped.

Añadiendo un factor calidad de vida muy interesante para ellos aunque todo ello entrañe un importante gasto supletorio a la contribución comunitaria mensual, que los chalets no pagan.

Vivir en un piso alto significaría contemplar bellas y magníficas vistas. Además, los deterioros comunes son asumidos entre todos mediante el dinero  ya mencionado y las derramas, si bien a veces estas, aunque sean pequeñas, pueden ser muy elevadas.

El chalet es cambio, es la calidad de vida.

Una vivienda unifamiliar en ciertos ámbitos es muy  distintiva.

Suele ser bastante más cara y mucho más grande. Los amantes de la botánica consideran al jardín su pieza más valorada en un chalet. En el propio terreno o con maceteros, las plantas y árboles se convierten en elemento indispensable. ¡Y qué hablar de los porches!

Si te gustan las mascotas también es un punto positivo, ellos pueden vivir al aire libre.

Ahora vamos a citar las ventajas y los inconvenientes.

Si vives en un chalet, la pareja necesita tener vehículos independientes para desplazarse, más aún con niños en casa. Cuando éstos crecen, salen con sus amigos, con la responsabilidad paterna de acudir a buscarlos a ciertas horas y no poder llevar solos a casa.

En una casa chalet también tienes más espacio para guardar tu comida. Unos espacios que puedes utilizar de despensa.

Cuanto más grande sea la casa más calefacción se gasta.

Mayor superficie habitada implica mayor gasto de calefacción en invierno, y en ciertas regiones suele ser largo y duro.

Subir y bajar las escaleras de un chalet es un deporte que llega a aburrir un poco, de tanto hacerlo cada día, y sobre todo cada mañana. Además, al contar con terreno, tiende a ensuciarse, y los insectos encuentran su paraíso: arañas, moscas, mosquitos, grillos, escarabajos… Con el buen tiempo, las mosquiteras llegan a ser cruciales en las ventanas para estos bichos.

 

Tener un jardín implica mucho esfuerzo. Porque el suelo, según el tamaño de este, se desbroza, cava, siembra, riega y recolecta.

Lo cual implica disponer de herramientas buenas en un piso. Regar el césped y podar el seto supone a la larga la instalación de una red de riego; muchos prefieren pavimentar o agregar áridos multicolores, siendo otro gasto muy importante. Es una inversión continua y a largo plazo, que en nada tiene que ver con el sencillo taladro.

No sé si es mejor vivir en un piso o en una casa, pero lo que está claro es que cada uno tiene sus ventajas y sus desventajas. Y hay que saber disfrutar de unas y de otras. Saber sacar el mayor provecho a las cosas.

Un chalet tiene sus ventajas en verano, y un piso tiene sus ventajas en invierno. Dos filosofías de vida, dos maneras distintas de vivir, dos mundos. Y tú seleccionas cual quieres.

Alquilar un chalet en Valencia, es la mejor forma de ver cómo se vive en un chalet.