Estudios recientes han mostrado que todavía hay personas que siguen con tarjetas de payback que ciertamente eran algo como pioneros en su día. Disponen de una tarjeta payback y hace años están coleccionando puntos. Estos puntos se canjean normalmente por vales o también para conseguir ciertas rebajas de precio en artículos previamente anunciados.
Los puntos a coleccionar se reciben según el criterio de las empresas colaboradoras del correspondiente sistema. Para participar en el programa de payback los participantes reciben una tarjeta con la opción a solicitar una segunda tarjeta para la pareja o un amigo o un pariente.
Había y todavía hay principalmente dos posibilidades de coleccionar puntos, o puntos online o puntos a coleccionar en tiendas tradicionales. La opción a coleccionar puntos online parece más lucrativa por la tendencia de aumento de este tipo de negocios. Además se puede coleccionar también puntos en ciertas tiendas tradicionales y solo hace falta presentar la tarjeta en el momento de pagar la compra.
A veces hay ventajas en el momento de la compra pero por regla general se puede canjear los puntos acumulados por premios. Estos premios se pueden apreciar e inspeccionar en unos catálogos especiales de premios. Aunque normalmente se reciben los premios libre de gastos hay bastantes premios que solo se pueden conseguir entregando puntos más pagos adicionales. De esta forma el consumidor a menudo cae en la tentativa de comprar algo que en realidad no necesita ni quiere y lo adquire solo por el mero anhelo de gratificarse a si mismo con algún obsequio.
El tenedor de una tarjeta de este tipo de tarjeta payback suele ser más bien un coleccionista aficionado de puntos usando la tarjeta coleccionando puntos como si fuera un deporte, aunque no suele estar muy convencido de la oferta de los premios.
La forma de tarjeta payback más moderna, actual y adecuada para todo tipo de consumidor es una tarjeta que al final no tienta con realizar pagos adicionales para conseguir un premio sino que garantiza en su vez descuentos reales en cada compra que se abonan directamente al tenedor en una cuenta de reintegro siendo el pionero y más grande a nivel internacional de este tipo de tarjeta payback la empresa Lyoness, abarcando tanto las tiendas online como los establecimientos tradicionales además de gastronomía, hostelería, talleres y todos tipos de servicios.
Y no solo en tiempos de crisis hace mucho más ilusión si los puntos se llaman euros y sean abonados en dinero efectivo en una cuenta real para poder comprarse con el dinero ahorrado abonado algún capricho anhelado de verdad sin la obligación de tener que elegir entre unas opciones presentadas en un catálogo con importe adicional a pagar.