Seguros de caza: qué son y cómo elegir el mejor

La caza es una actividad deportiva con muchos seguidores. Los buenos aficionados saben que tan importante como el equipo, los perros y la paciencia, es  contar un buen seguro dando aquí para que, pase lo que pase, nada amargue una bonita jornada de caza.

Las compañías aseguradoras ofrecen numeroso tipos de seguros de caza hoy en día. Cada uno debe estudiar cual es el que mejor se adapta a sus necesidades y su nivel económico. Antes de encontrar un seguro u otro, conviene conocer la oferta de varias compañías de seguro para tener una visión más amplia del tema.  Es muy complicado cuales son los mejores y más cuando hay una importante variedad de los mismos.

 

El Seguro de Responsabilidad Civil del cazador (en  adelante lo llamaremos RC), de suscripción obligatoria, tiene por finalidad  cubrir los posibles daños en los  que pueda incurrir el cazador con armas durante la caza. Así, no cubre la responsabilidad de todas aquellas  personas que intervienen en una partida de caza que no portan armas.

El seguro de RC obligatorio cubre hasta la cantidad de 90.151,82 euros,  la obligación de todo  cazador con armas de  indemnizar por los daños corporales causados a las personas durante la caza. Esta cantidad es por víctima y para daños  personales, no quedan cubiertos los daños a bienes  o propiedades o perros  de terceros.

 

El seguro de RC suele tener una cobertura anual y  se limita al  ejercicio de caza en España. La cobertura de este seguro obligatorio del cazador presenta unas coberturas mínimas en relación al importe  de los daños producidos, a la acción de cazar con armas, y al territorio nacional.

Por ello,  como complemento de las garantías del  seguro de RC  obligatorio del cazador la mayor parte de las compañías de seguro optan por ofrecer pólizas de seguros en las que se cubren  mayores capitales y garantías. Por ello,  se pueden cubrir  los daños materiales y personales a terceros hasta 600.000 euros, que se  cubre la RC por las labores de limpieza de las arma s de fuego, por el  transporte y robo de escopetas, y por cobertura médico-farmacéutica,  invalidez y muerte del propio cazador por accidente de caza, prestación de  fianzas, libre elección de abogados, etc.  Además,  cubren  la responsabilidad civil por el uso de perros, tanto para la caza mayor como menor, la caza con  rehalas y galgos. Por último, cubren a todas aquellas personas que  intervienen en una partida de caza sin armas, personas que enumeramos  someramente en párrafos anteriores.