Hoy en día la falta de ejercicio en nuestra sociedad es algo común. Cualquier sociedad desarrollada sufre el mal del sedentarismo. No realizamos con frecuencia ninguna actividad física y eso se nota a la hora de hacer algún ejercicio. Es común tener agujetas al principio de realizar alguna actividad si no estamos acostumbrados a ella, ya que nuestro cuerpo no soporta el nivel de actividad que le estamos pidiendo. Por esta razón es cada vez más frecuente oír a los médicos hablar de dieta sana, equilibrada y mucho ejercicio físico para ejercitar nuestros músculos y huesos, que con la edad van perdiendo fuerza y capacidad para soportar el peso de nuestro cuerpo. Quizás no a muchas personas les gusta el gimnasio y realizar un trabajo cardiovascular excesivo con pesas, maquinaria para fortalecer ciertas partes del cuerpo, músculos y huesos les resulta una tarea difícil y aburrida, pero existen muchas otras maneras de hacer ejercicio físico sin cansarnos, sudar y esforzarnos al máximo. Tener algún tipo de lesión muscular es también un impedimento para todas las personas que quieren hacer ejercicio de forma segura, sin sufrir más lesiones y sin tener que hacerse daño.
El baile es una de esas maneras de realizar ejercicio físico de una manera gradual, entretenida, dinámica y segura, que permite en la mayoría de los casos no solo ejercitar y aprender, sino fortalecer músculos y mejorar la coordinación de nuestro cuerpo. El baile tiene más beneficios que los que la gente piensa de manera habitual. El baile hace que el músculo más potente de nuestro cuerpo, el corazón, se ejercite de manera continua y segura, lo que hará reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La presión arterial se regula ya que movemos los músculos de casi todo el cuerpo y el azúcar en sangre disminuye. Antes de iniciar cualquier actividad física es necesario realizar un calentamiento previo, que incluya estiramientos y ejercicios suaves parea preparar a nuestro cuerpo para una actividad física de manera gradual. La flexibilidad aumenta día a día y esto es uno de los aspectos que más se notan a la hora de realizar cualquier modalidad de baile. Además de todo esto, el baile es un ejercicio físico y social, se realiza en academias de baile con otras personas lo que nos motiva a mejorar día a día y a mantener relaciones afectivas con nuestros compañeros de baile. Es una forma más de socializar de manera saludable y eficaz.
Es la forma perfecta de tener compañeros de baile, con los que compartiremos momentos divertidos día a día. Existe un tipo de baile para cada persona, ya que dependiendo del cliente, de sus lesiones y capacidades, se puede realizar todo tipo de bailes personalizados al cliente. Las personas jóvenes suelen realizar funky en las escuelas de baile en Madrid debido a la gran carga de actividad y movimiento que esta tipología de baile supone. El funky incluye movimientos bruscos, volteretas y multitud de ejercicios de estiramientos que con mucho entrenamiento se pueden llegar a conseguir de una manera limpia y elegante. Para las personas más mayores, incapaces de realizar una voltereta lateral o un mortal en el aire, por ejemplo, existen tipos de bailes más acordes, pero no por eso menos elegantes. El tango es uno de ellos. Este popular baile argentino no solo incluye técnica y destreza, sino mucho entrenamiento hasta logar hacer movimientos suaves y limpios, haciendo de él un baile de lo más elegante y sensual. En las escuelas de baile, sea cual sea el nivel de baile que tengamos lograremos aprender de una forma eficaz y personalizada a bailar cualquier tipo de baile que nos propongamos, ya sean bailes de salón o bailes más modernos.