Cuando Kelli Space se graduó de la Universidad del noreste en 2009 con $200.000 de deuda de préstamo estudiantil, entró en pánico. Dado que tenía un puesto de manager de oficina, una entrada que no paga mucho, sabía que iba a ser duro pagar esa deuda por su cuenta.
Pero en lugar de diferir sus pagos o no pagar en absoluto, al igual que muchos graduados terminan haciendo, comenzó una startup, metiéndose de lleno en el crowdfunding, que es la práctica de financiar un proyecto o emprendimiento solicitando pequeñas cantidades de dinero a un gran grupo de personas.
“En total, he recibido 13.000 dólares de extraños de todo el mundo”, dice ella. Y aunque esa cantidad no hace nada frente al pago de su deuda, tuvo un gran impacto en su carrera, le inspiró tanto a ella como a tres amigos suyos para comenzar Zero Bound, una compañía que ayuda a los estudiantes y graduados en sus propias deudas de préstamos estudiantiles.
Crowdfunding: Es viral… y Personal
Space no está sola en su pensamiento. Desde 2011, los esfuerzos de crowdfunding se han más que triplicado, y las campañas actuales proyectan recaudar más millones en todo el mundo.
Pero lo que comenzó como una manera de permitir a las empresas e individuos recaudar fondos para sus esfuerzos creativos sin depender de estas fuentes de financiación tradicionales como los bancos, se ha transformado en un medio para que literalmente, cualquier persona pida dinero… para, literalmente realizar cualquier cosa.
“Crowdfunding, sin duda se diversifica en múltiples áreas, incluyendo causas personales,” comenta Ellen Sperling, cofundadora del sitio de crowdfunding, YouveGotFunds.com. Y, por circunstancias personales, estamos hablando de todo, desde cirugías hasta lunas de miel. ¿Por qué, se preguntará. “Es en parte debido a que los costos de muchos de estos artículos regulares se han disparado”, afirma la cofundadora. “Los honorarios médicos están por las nubes, e incluso si tiene seguro de salud, no siempre cubren determinados medicamentos y procedimientos, como los tratamientos de fertilidad. ”
Lo mismo se aplica a la financiación de la educación superior. “¿Por qué los estudiantes universitarios querrían graduarse debiendo 150.000 dólares en préstamos”, apunta Sperling, “si tienen familia, amigos y, posiblemente, miembros de la comunidad que pueden ayudar, lo que les permite comenzar sus carreras en un lugar mejor?”
Por otra parte, y dentro de nuestro país, Mónica Peláez y Carlos Rosales, emprendedores de Safaricrowdfunding.com apuntan a un aumento de la tendencia de apoyo público y generalizado a proyectos aparentemente pequeños como respuesta a los incentivos que el gobierno está planteando para los startups y pequeñas empresas. Son muchos los proyectos que no ven la luz por falta de financiación, y gracias a portales de inversión, donación y ayuda, pueden salir adelante, independientemente del sector del que procedan.
Crowdfunding: Una Guía para el Éxito
Antes de saltar a un tren crowdfunding, hay algunas cosas que debes saber cuándo trates de crear una buena campaña:
1. Fija una meta financiera realista. Si los posibles contribuyentes no piensan que serás capaz de alcanzar tu meta, pensarán dos veces antes de contribuir en tu campaña.
2. Elabora un motivador e inteligente discurso. Deber ser capaz de explicar tu causa en dos o tres frases concisas. Y antes de compartir eso con los donantes potenciales, probarlo con tu familia y amigos.
3. Dile a todos tus círculos y contactos que has lanzado una campaña. Invítelos a visitar tu web. Y sin falta actualiza consecuentemente la campaña para que sigan visitando tu sitio web.