Un estanque japonés sin mantenimiento en tu hogar

Los estanques japoneses forman parte de la base de la cultura zen y buscan crear un remanso de paz y armonía a través del flujo del agua o de remansos en forma de lagos y estanques de cualquier tamaño y forma. Y es que el agua constituye un elemento ineludible en la decoración de exteriores de estilo japonés por su simbología como elemento purificador, tanto es así que incluso en los jardines en los que no hay agua físicamente ésta se simboliza a través de la arena rastrillada típica también de este tipo de ornamentaciones.
Unos estanques y lagos los que se crean en los jardines japoneses que pueden ser creados con la misma técnica que las piscinas ecológicas dejando que la filtración sea realizada por plantas acuáticas, microorganismos y gravilla de forma totalmente natural y sin contaminar la pureza del agua con ningún elemento químico como pudiera ser el cloro. De esta forma aunando la propia configuración del estanque con la de las plantas que realizarán la función depuradora completamos una decoración que deberá contar con ciertos elementos como las piedras, colocadas de determinada forma para poder contarse dentro de la tipología del jardín japonés. Y es que la disposición de las piedras no debe ser aleatoria para que dentro de este tipo de jardines su contemplación genere un sentimiento de estabilidad, tranquilidad y paz que es lo que se persigue dentro de la filosofía zen.

 

Una interpretación de la naturaleza la que se busca realizar con la creación de jardines japoneses dotados de estanques o piscinas naturales en los que para realizar una composición con rocas deberán elegirse éstas de varios tamaños para poder lograr efectos de perspectiva. Es común ver en este tipo de espacios rocas creando formas triangulares más o menos definidas, y es que para los japoneses esta interpretación de la naturaleza que realizan en la decoración de exteriores está plagada de simbolismos, siendo el triángulo una unión entre la tierra, el hombre y lo suprahumano. Sin embargo dentro de los principios estéticos de la filosofía zen es posible encontrar variaciones que permiten la disposición de las rocas tanto de forma simétrica como de forma esmeradamente aleatoria en función del efecto que se pretenda conseguir. En cualquier si se busca la creación de un jardín puramente zen deberemos acudir a expertos o bien a recursos de la literatura que nos puedan guiar.