Siempre hay números de teléfono o páginas web que debes tener guardadas o memorizadas para poder echar mano de ellas cuando más las necesites. Nunca sabes lo que te puede suceder, y más vale estar siempre preparado. Yo siempre he sido muy previsor, y tengo la costumbre o manía de intentar tener bajo control todo lo que está a mi alcance. A veces puedo resultar un poco obsesivo, pero os aseguro que en algunos casos más vale la pena pasarse que no llegar.
Para que me entendáis, os voy a contar un caso que me sucedió hace un par de meses y que es un claro ejemplo de lo que os he estado contando. Un viernes por la tarde, cuando acabé de trabajar, cogí mi coche y me fui a Granada a pasar el fin de semana. Me encanta esquiar, así que aproveché que unos amigos míos también iban a Sierra Nevada esos días, y me decidí.
Tenía tres horas de viaje por delante para llegar a mi destino, el trayecto transcurría con normalidad, pero de repente, en plena autovía, me encontré con una situación aterradora. Un coche se encontraba boca abajo en una cuneta, y una moto y dos personas permanecían inmóviles en medio de la carretera. De momento el pánico se apoderó de mí, pero a los pocos segundos supe que tenía que actuar lo más rápido posible.
Aparqué mi coche a un lado de la autovía, e inmediatamente eche mano de mi móvil para llamar a una ambulancia. Pero claro, yo sólo tenía anotado el número de teléfono del vehículo sanitario de mi ciudad. No obstante, como buen previsor que soy, accedí rápidamente a una página web que aglutina una amplia lista de teléfonos de ambulancias de toda España. Tan sólo tienes que elegir la provincia y la localidad que te interese, y en unos segundos tienes el contacto que necesitas.
Sólo tienes que hacer clic aquí, y encontrarás con facilidad a los mejores profesionales de este sector, y lo más importante, los más rápidos. Así que yo no dudaría ni un segundo en memorizar en tu teléfono u ordenador este espacio que es tan necesario cuando hablamos de temas de salud.
Por suerte, mi experiencia tuvo un final feliz, pero por supuesto que fue gracias a la rapidez con la que actuamos, tanto yo como los servicios sanitarios con los que contacté. Afortunadamente no hubo que lamentar graves daños personales.